La villa de Flix dispone de dos castillos, el viejo y el nuevo, pero en este caso nos ocuparemos del castillo nuevo, de época carlista y con mejor estado de conservación.
Se ubica al noreste del casco urbano, en lo alto de un cerro situado dentro del meandro que conforma el río Ebro y muy cerca del cementerio del pueblo. Es visible desde buena parte de las proximidades de Flix y la señalización direccional para llegar es buena, tanto desde Lleida como desde Ascó y Tortosa.
El castillo de Flix es de pequeñas dimensiones, se levanta bajo antiguos vestigios romanos e íberos. Erigió en 1874, después de que el castillo viejo o sarraceno de en la ciudad fuera destruido durante la Guerra de Sucesión. El conde de Morella ordenó construir el castillo con el objetivo de proteger la derecha del Ebro durante la tercera guerra carlista. La construcción la dirigió el maestro de obras tortosino Gaetà Blanch Sebastián y en su construcción colaboraron de manera forzosa habitantes de Flix y de pueblos de los alrededores.
La fortificación presenta una planta irregular formada por tres torres circulares, unidas por muros y con un patio interior que conserva una gran cisterna de planta ovalada.
Desde el castillo se observan unas magníficas vistas del meandro de Flix, la población y el pantano de Flix.
VISITAS
Hay que concertar las, llamando a las oficinas del Ayuntamiento de Flix, de lunes a viernes de 9 h. a 14 h, tel. 977410153, o bien dirigiendo la solicitud al correo associaciolacana@gmail.com. Para poder garantizarlo, se recomienda hacer la concertación con una antelación de dos días antes de la visita.
Precio entrada: general 2 €; reducida, 1 €.
Entrada reducida: Grupos de 10 personas o más y socios de la Asociación La Cana.
Entrada gratuita: Grupos de asociaciones culturales, grupos escolares, menores de 12 años y mayores de 65 años.
Fuente: Ayuntamiento de Flix