Hay que visitar Tivissa si lo que se busca es encontrar lugares especiales y con carácter propio. Tivissa es uno de los pueblos más pintorescos de la Ribera de Ebro a caballo de las Tierras del Ebro y la Costa Dorada.
Se ubica en la parte oriental de la comarca, en el límite con el Baix Camp, Priorat y Baix Ebre. Su término municipal, es uno de los más grandes de Cataluña y el segundo, después de Tortosa, de las Tierras del Ebro. Tivissa presenta dos grandes unidades paisajísticas, la llanura o la zona agrícola y las zonas de montaña o forestales, gran parte de su término se engloba dentro de la Cordillera Prelitoral Catalana, más concretamente dentro de las sierras de Mestral, formadas por las montañas de Tivissa y Vandellós y la sierra de Llaberia, las que hacen de frontera natural entre las Tierras del Ebro y la Costa Dorada.
Su extenso territorio ha hecho que se convierta en un paraíso de los amantes del excursionismo en la Ribera de Ebro, ya que presenta numerosas rutas bien señalizadas que permiten descubrir la totalidad de su término municipal con la práctica del senderismo y el cicloturismo. Hay que recordar que fue en Tivissa, más concretamente en el entorno de la ermita de San Blas, donde se pintaron las primeras marcas del GR (sendero de Gran Recorrido) en Cataluña y España.
Tivissa se rodea de gigantes, son las cumbres de la sierra de Tivissa, que, justo detrás, se levantan imponentes para dominar el Priorat y la cubeta de Móra. El pueblo forma una multitud de casas redondeada que deriva hacia la majestuosa iglesia arciprestal de Santiago. El núcleo histórico, mantiene la fisonomía amurallada con calles estrechas y sinuosas, así como casas señoriales que consiguen que el visitante se sumerja en la época medieval. A los pies del pueblo se extienden las huertas, molinos hidráulicos, los bebederos y los lavaderos.
El municipio de Tivissa cuenta, a 6 km de la población, con uno de los yacimientos ibéricos más importantes de Cataluña e incluido en la Ruta de los Íberos. Se trata del poblado ibérico del Castellet de Banyoles declarado monumento histórico-artístico en 1978. Ocupa un posición estratégica inmejorable, en el extremo de una meseta que domina visualmente el curso del río Ebro y la cubeta de Móra. Los hallazgos en el yacimiento hacen pensar en la posibilidad de que albergara un santuario o lugar de culto en el interior del poblado.
Muy cerca del pueblo encontramos la ermita de San Blas que junto con la fuente y las singulares formaciones geológicas del estrecho de Tivissa, dibujan uno de los parajes naturales más espectaculares de la Ribera d’Ebre. Se dice que, para conmemorar la expulsión de los sarracenos, los Tivissans construyeron una ermita dedicada a San Blas, de nave rectangular con ábside y seis capillas laterales.
Con todo Tivissa se convierte en otro de los puntos de visita obligado en el norte de las Tierras del Ebro que por su belleza paisajística y su historia y monumentalidad le confieren una identidad propia que cautiva cualquier visitante.
Podemos llegar a Tivissa a través de la C-44 que conecta Mora de Ebro con l’Hospitalet del l’Infant.