Visitar Mora de Ebro es un nido de sorpresas, la parte antigua de la ciudad esconde notables edificios como el castillo o la iglesia y la zona fluvial lugares donde la ciudad se fusiona con las aguas del río.
Mora de Ebro es la capital de la comarca de la Ribera d’Ebre. La ciudad de aproximadamente 6.000 habitantes se sitúa en el centro de la cubeta de Mora, en la orilla derecha del río Ebro y entre el paso del Asno y el de Barrufemes. A pesar de la relativa lejanía con el mar, la población tan sólo se encuentra a 38 m de altitud sobre el nivel del mar a efectos de los procesos de erosión del río Ebro.
Actualmente, Mora de Ebro y Móra la Nova, al otro lado del río Ebro, se encuentran en punto estratégico de comunicaciones, ya que confluyen las principales vías del norte de las Tierras del Ebro. Llegamos a Mora de Ebro por las carreteras N-420, C-12 y T-324.
Uno de los monumentos más emblemáticos y característicos de Mora de Ebro es el puente de arcadas, se trata del puente que conecta Mora de Ebro y Mora la Nueva y que configura hoy parte del skyline de la población. El pasado 7 de septiembre de 2013 haga 70 años que se construyó, tras que durante la batalla del Ebro se destruyera el anterior puente de hierro.
El casco antiguo de Mora de Ebro lo preside el castillo de Mora, una notable construcción que dominaba la llanura fluvial y que hoy todavía conserva sus murallas y torres. En la época media, la ciudad formaba parte de la llamada Baronia de Entença, la que a menudo entraba en conflicto con las plazas templarias que la rodeaban de Ascó y Miravet. En su interior podemos disfrutar del centro interpretativo de la Batalla del Ebro en el que nos contextualiza Mora y su castillo durante este periodo. más información, horarios y precios de las visitas guiadas en el castillo de Mora de Ebro.
Otro de los edificios más notorios de Mora de Ebro es la iglesia Prioral dedicada a San Juan Bautista y que con los años ha sufrido diferentes modificaciones arquitectónicas. La iglesia se encuentra ubicada en la plaza de Baix donde estaba el primer puerto fluvial de la villa. Es un templo de una sola nave cubierta con bóveda de crucería y rematada a levante por un ábside de planta poligonal. Está decorada con pilastras de estilo dórico y una cornisa de sabor renacentista.
En las escaleras encontramos un conjunto de placas que recuerdan hasta donde llegaba el agua del río Ebro durante las riadas vividas en la población.
En Móra encontramos otros edificios religiosos destacables como el Convento de las Mínimas y la iglesia del Sagrado Corazón, el primer templo expiatorio de Cataluña y de estilo neogótico o las ermitas de Santa Madona, de San Jerónimo, de Santa Magdalena y la del calvario, esta última un mirador excepcional de la zona.