Hasta finales del siglo XX la estación de Mora fue una de las más importantes de Cataluña. Descubre el por qué el Centro de Interpretación del Ferrocarril de Móra la Nova.
Ya a finales del siglo XIX Mora la Nova se reconoce como estación de primera categoría, gozaba de una situación estratégica única, ya que confluía la línea Reus – Zaragoza y la línea Lleida – Tortosa (eje del Ebro). Además, era la única estación existente entre Reus y Zaragoza.
Durante la primera mitad del siglo XIX aparte de ser la línea principal de conexión de los directos con el resto del estado, la estación de Mora convierte en punto de relevo de locomotoras para ser equidistante de Barcelona y Zaragoza, es por eso que se ‘instaló el depósito de locomotoras y el taller de media intervención, los cuales generaron desde entonces una intensa actividad. Con los años la tecnificación, la modernización y la adaptación a las necesidades del sector ferroviario fueron constantes, así como el número de personas que trabajaban y el engrandecimiento de sus instalaciones, llegando a su punto más álgido en los años 50 del siglo XX cuando generaba empleo para 1.000 personas.
La llegada de la electricidad a la totalidad de la línea inició el declive y la desaparición de la actividad ferroviaria en Mora. Cuando en 1981 entró en servicio la electrificación de Mora en Zaragoza se cerró el depósito y se retiraron las locomotoras diesel. Con la electricidad los trenes ya no tenían que cambiar de máquina ni hacer maniobras de clasificación. La estación de Mora dejaba de ser funcional y estratégica.
El conjunto arquitectónico que ha dejado la intensa actividad ferroviaria en Mora es notable, es por ello, que la Asociación para la preservación del patrimonio Ferroviario e Industrial, trabaja para recuperarlo y musealizar a través de un proyecto de centro de Interpretación del Ferrocarril. Actualmente, ya se ha puesto en valor el antiguo edificio de enclaves de la estación. Este antiguo edificio, que fue construido en 1928 para controlar la circulación de los trenes, forma parte del proyecto de Centro de Interpretación del Ferrocarril, y se puede contemplar y experimentar a través de objetos, fotografías, planos y un audiovisual, el evolución de los sistemas de señalización y comunicación ferroviaria a lo largo de la historia. En el exterior del edificio se pueden visitar el puente giratorio y el taller de locomotoras.
